Marta y sus quinientos cabritillos
Historias
La pequeña
gran historia
tras una marca
Vamos a contar una historia. ¿No va de esto el marketing? ¿No es este el gran reto del storytelling? Conseguir un relato original que nos conecte emocionalmente y nos vincule a una marca, por pequeña que esta sea. Pues aquí va.
Érase una vez un lugar mágico. Una llanura salpicada de chaparras, campos de cereal, pinos y hierbas aromáticas. En medio de aquel paisaje, una aldea, Torralba de los Sisones, en la comarca del Jiloca, al noroeste de Teruel. Allí vive nuestra heroína, Marta.
Marta, ganadera, emprendedora, apasionada por el mundo rural, había dejado la gran ciudad para regresar a los paisajes de su infancia. Junto a su compañero de aventura, Óscar, tenía un sueño. Criar cabras de pasto de manera tradicional, en libertad, tal y como había hecho su familia durante años.
Para dar mayor sentido a ese deseo apostó por un modelo de ganadería extensiva, comprometida y ecológica, que recuperara razas en peligro de extinción y revitalizara un territorio castigado por la despoblación. Así que, con mucho esfuerzo, reunió una cabaña con quinientas cabezas, a las que cuida con mimo y pasión.
Marta quería, también, conectar ese mundo con nosotros a través de una invitación gastronómica natural y sostenible. Piensa que te piensa, creyó que con su propuesta de valor podría acercar a nuestros hogares un producto único: cabrito lechal asado a baja temperatura, envasado al vacío, cocinado de manera tradicional y ¡listo para disfrutar en veinte minutos! Perfecto para consumir en cualquier época del año.
Un día, Marta pensó que aquel proyecto necesitaba ser mostrado. ¿Un logotipo para empezar?, pensó. Así que levantó el teléfono y en aquel momento su historia se encontró con la de Pilié. ¿En qué podemos ayudarte?
Flechazo a primera vista
Nos conquistó. Nos enamoramos de su naturalidad, de su cercanía y percibimos, claramente, que ella personificaba la marca. Así que, a partir de su historia, construimos un nuevo relato que envolviera el producto. En todo buen cuento, hacen falta unos buenos secundarios.
Pasito a pasito, fuimos dando forma a la marca. El naming, ENTRECABRITOS. El logotipo, ilustrado maravillosamente por @sergiogontz. El packaging, personalizado, evocador, con aroma a romero. El diseño y desarrollo de la tienda online, www.entrecabritos.es, un espacio cuidado, desde el que expandir su historia. Y la puesta en marcha de las redes sociales, el altavoz desde el que Marta cuenta su día a día y divulga la calidad y trascendencia de su labor.
Marketing rural: grandes experiencias
Pero Marta quería más. Quería que pudiéramos sentir la esencia de sus paisajes y su trabajo. Compartir con todo el mundo una experiencia gastronómica, turística y agroecológica auténtica. En su propia casa.
Y, piensa que te piensa, de nuevo, consideramos la posibilidad de proponer una jornada turística inolvidable que combinara la cata de cabrito lechal y una demostración de pastoreo, con la visita a la joya natural de la comarca: la laguna de Gallocanta, un famoso humedal de agua salada, peaje obligado de miles de grullas cada año. Si ojeas esta preciosidad de folleto, no podrás resistirte.
Así que, desde Torralba de los Sisones, un pueblito de unos ciento cincuenta habitantes, Marta atiende a familias, grupos de amigos y mediadores turísticos. Un público que aspira a dejar de lado las prisas y dar rienda suelta a sus cinco sentidos.
Los meses han ido pasando. Marta ha aparecido en numerosos medios y programas televisivos que visibilizan el mundo rural, ha tejido redes de colaboración con empresas del entorno, ha participado en ferias nacionales e internacionales y ha formado parte de la campaña “Aragón, alimentos nobles”.
Marta sigue trabajando duro. Cumplió su sueño. Y sigue soñando.